Los dueños de Fibra Uno, los hermanos Max y André El Mann Arazi, uno de los mayores fideicomisos de inversión inmobiliaria en México, fueron denunciados por presunto lavado de dinero y fraude fiscal desde 2020. La UIF declaró que estas personas enviaron al extranjero y recibieron sumas millonarias de dinero sin declarar el motivo.
Dentro del expediente de la UIF se reportó que ambos reportaron al fisco ingresos muy por debajo de lo que realmente obtuvieron y que incluso llegaron a declararse en ceros y con pérdidas en sus ejercicios anuales.
André El Mann operó elevadas cantidades de dinero desde y hacia el extranjero sin justificarlas, por lo que son consideradas inusuales, pues además algunas fueron en países con régimen fiscales preferentes como el caso de Singapur, Suiza, Hong Kong, Panamá y Guatemala.
Aunque hay posibilidad de que los activos que manejaron en sus cuentas bancarias son el resultado de actos no ilícitos, no informaron los datos reales a la autoridad hacendaria para que esta no pueda identificar el verdadero total de los recursos y el beneficiaro final.
Se habla de una cifra aproximada de más de mil millones de pesos de diferencia entre lo declarado ante hacienda y las transacciones hechas que fueron halladas por la UIF.